¿Por qué usar Gas Natural en mi caldera?
Una de las decisiones más habituales cuando compramos una casa, nos trasladamos o hacemos una reforma, es elegir el tipo de calefacción que vamos a utilizar. El tipo de instalación, el consumo, la huella energética o el precio son algunas de las variables que solemos tener en cuenta. A continuación os explicamos un poco más acerca de la calefacción de gas natural y cómo optimizar su consumo
El menos contaminante
El gas natural es el combustible fósil menos contaminante para el medio ambiente de todos los utilizados, por eso es la mejor elección, aunque como todo hay que saber emplearlo.
Conservar el calor
Como toda energía, debemos optimizar su consumo y con calderas de calefacción de gas natural es sencillo. Por ejemplo, purgar los radiadores es necesario al menos una vez al año, antes de que empiece el invierno. Sacando el aire, ayudamos a que la calefacción funcione con toda su potencia. Para no hacer un gasto innecesario de gas, es conveniente que las habitaciones en las que no estamos habitualmente tengan la llave de paso del radiador cerrada y mantengamos la puerta cerrada.
También debemos evitar abusar del calor, 20 grados es la temperatura idónea para calentar una vivienda. Podemos ayudarnos de un termostato para controlarlo mejor y activar la calefacción sólo unas horas al día, manteniéndola apagada durante la noche.
Una de las costumbres que tenemos en invierno es cubrir los radiadores con ropa húmeda para que se seque, pero tanto eso como colocar muebles demasiado cerca impedirá sacarle el mayor provecho a nuestro sistema de calefacción. De esta forma será el mueble el que recibe el calor, no nosotros.
Manteniemiento: Limpiar la caldera
También es recomendable revisar y limpiar la caldera como mínimo una vez al año, antes de que comience la temporada de frío. Además de sacarle máximo rendimiento, evitaremos sorpresas en el futuro. Recuerda que la revisión de la deben hacerla profesionales. Puedes contactar con nosotros para solicitar una revisión.
Por último, es importante comprobar el aislamiento de puertas y ventanas e impida que se escape el calor y entre el frío. Por las noches es recomendable cerrar persianas y cortinas y por el día mantenerlas abiertas para que entre el sol. Por supuesto, debevemos evitar ventilar la casa con la calefacción encendida y en caso de que esté puesta, no superar los diez minutos.
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