Cuantas veces habremos escuchado esa frase de «me da dolor de cabeza la calefacción».

Pero… ¿A que se debe esta molestia?

Es habitual que el propio cambio brusco de temperatura entre el exterior del domicilio o local y el interior contribuyan a que nuestro organismo se resienta. También la escasez de humedad en el ambiente o una temperatura por encima de ciertos parámetros pueden contribuir a que aparezca esta dolencia.

¿Cual es la mejor forma de prevenir este molesto efecto de la calefacción?

Lo ideal es mantener la temperatura de la estancia no más allá de los 23º. Respecto a la humedad en el ambiente, ésta debe situarse entre un 50 y un 70%. Para poder controlar esos parámetros, la mejor opción es disponer de medidores y termostatos que nos permitan automatizar en todo momento la temperatura. No debemos olvidar que una temperatura por encima de los 26º, además de favorecer el ya mencionado dolor de cabeza, también puede ocasionarnos sequedad en la piel, nariz y laringe.

Por otro lado, la mala combustión de los materiales utilizados para la generación de calor puede ser otra de las causas que nos generen este malestar. ¿Qué hacer para evitarlo? Debemos asegurarnos de que el sistema está funcionando correctamente, esto es, cumplir con todas las revisiones por personal autorizado y utilizar escrupulosamente los aparatos según las instrucciones facilitadas por el fabricante. 

¿Tienes dudas respecto a tu sistema de climatización? En Rioclima Bilbao estamos para aconsejarte, ayudarte y asesorar sobre el servicio que requieras.